El
último de ellos era un duende que había permanecido en silencio
escuchando atentamente cada una de las propuestas de los demás duendes.
Analizó cada una de las propuestas y dijo:
- Creo saber dónde esconderla para que realmente nunca la encuentren.
Todos revolotearon asombrados y preguntaron al unísono: ¿Dónde?
- La esconderemos dentro de ellos mismos. Estarán tan ocupados buscándola fuera y en cosas banales que nunca la encontrarán.
Todos
estuvieron de acuerdo y desde entonces ha sido así. El hombre se pasa
la vida buscando la felicidad sin saber que la lleva consigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario