viernes, 17 de febrero de 2012

Arco expone una réplica del pelo de Soraya Sáenz de Santamaría.

La obra causa admiración y estupor a partes iguales

 

La instalación, titulada “Cataplasma de cieno sobre mujer pequeña” mide siete metros de altura y está realizada en poliéster de alta densidad, nocilla, cemento armado y guano. Un año más, Arco, la Feria Internacional de Arte Contemporáneo, intenta sorprender y provocar al público con propuestas que se mueven entre el arte, la escatología y el terror. Al margen de los artistas consagrados que acuden cada año, la feria acoge a una selección de talentos emergentes que intentan hacerse un hueco en el mercado y arriesgan al máximo con sus propuestas. Estos artistas a menudo se alejan de la pintura y la escultura convencional para adentrarse en territorios poco definidos pero que a nadie dejan indiferente. La monstruosa réplica del peinado de Sáenz de Santamaría, y un siniestro vídeo que reproduce el último Congreso del PSOE son algunas de las obras que más estupefacción están provocando en los compradores. Entre los participantes más controvertidos también está Pasquale Da Vinci, un artista zamorano de 22 años, que expone “Siete diputados cínicos sobre mina anticarro”, una instalación en la que siete maniquís con traje de chaqueta y portafolios permanecen suspendidos a sólo cinco milímetros de sendas minas anticarro. Otro enfant terrible, Enrique Puta, valenciano afincado en Londres, presenta “Turrón de mierda”, una enorme pastilla de turrón de casi dos metros de longitud, realizada en caramelo y trajes de Milano. Al parecer, el Gobierno ha estado presionando a la feria para que retire “Cataplasma de cieno sobre mujer pequeña” pero el colectivo de artistas, autores de la obra, ya ha advertido que se romperán los dientes contra el “Turrón de mierda” si mueven la “Cataplasma de cieno” un solo centímetro.

 

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